Cuando se declara un incendio, uno de los principales problemas a los que se enfrentan los Servicios de bomberos es la inmensa cantidad de humo y gases calientes que se generan, estos dificultan las labores de acceso, búsqueda y rescate de los propios bomberos, intoxica, crea pánico y atrapa a las posibles víctimas, por último estos pueden propagar el incendio a zonas no involucradas en un principio.