Hay una aterradora verdad presente en cada nuevo desarrollo de conectividad: a medida que más y más cosas son conectadas a internet, más y más cosas son vulnerables al ataque de los cibercriminales.
De allí que resulte tan alarmante la explosión de casos de ransomware que la firma de ciberseguridad Kaspersky Lab reportó en su balance del año: de tener un ataque a una organización cada 2 minutos en enero, se pasó a uno cada 40 segundos en octubre. Para individuos, la tasa pasó de cada 20 segundos a cada 10 segundos.
Se denomina ransomware a una forma de malware (programa malicioso o dañino) que ‘secuestra’ la información de un usuario y exige el pago de un rescate para devolverla. La manera más efectiva de lograrlo es cifrando los archivos y cobrando por la contraseña para recuperarlos. A esta submodalidad se le denomina cryptoware.