La lucha contra el crimen organizado en el Informe Anual de Seguridad nacional 2019

Uno de las materias abordadas en el Informe Anual de Seguridad Nacional 2019 es el crimen organizado. El objetivo es neutralizar las amenazas relacionadas con este preocupante fenómeno me­diante estrategias dirigidas a desarticular grupos ya existentes, prevenir la implantación de otros nuevos y contrarrestar su confluencia con el terrorismo.

La diversificación de las activi­dades criminales, la apertura de nuevas rutas y mercados, la creciente especialización y la adopción de nuevas técnicas, métodos y procedi­mientos evidencian su continua capacidad de adaptación son características fundamentales del crimen organizado.

Sus principales amenazas siguen siendo el tráfi­co de sustancias estupefacientes, el blanqueo de capitales, el cibercri­men y el tráfico ilícito de armas.

Con respecto al tráfico de drogas, las aprehensiones de cocaína, he­roína y hachís muestran una tendencia lineal más o menos constante, si bien las incautaciones de marihuana y de plantas de Cannabis sativa presentan una progresión al alza. Se aprecia, asimismo, un incremento de casos de interceptaciones de metanfetamina procedente de México.

La vía principal de introducción de la cocaína sigue siendo el contene­dor marítimo, oculta entre mercancías o mediante la técnica del rip off o “gancho perdido”, consistente en introducir de forma clandestina la droga en contenedores con mercancías lícitas, para ser extraída pos­teriormente, en los puertos de destino, por los denominados “resca­tadores”. Los puertos principales para su introducción son, además de Algeciras y Valencia, Barcelona y Las Palmas.

En lo referente a la marihuana, es de señalar el crecimiento significativo del denominado cultivo indoor (plantaciones en naves industriales o viviendas particulares).

En cuanto al contrabando de tabaco, las principales modalidades son la introducción en contenedores, pequeñas embarcaciones procedentes de Gibraltar, alijos clandestinos de grandes cargas en contenedor (en Menorca y Huelva) o a través de la venta ilegal por Internet.

En términos de cibercriminalidad, los fraudes informáticos representan la principal amenaza tanto para el consumidor como para el desarrollo del comercio electrónico, seguidos del cibercrimen asociado a ame­nazas y coacciones a través de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

En un mundo globalizado, las drogas, armas, residuos peligrosos, es­pecies protegidas y los beneficios económicos del crimen organizado fluyen rápidamente a través de países y continentes, proporcionando nuevas oportunidades para esta amenaza a la Seguridad Nacional. En particular, el comercio electrónico ha experimentado un crecimiento exponencial.

Por otro lado, los avances tecnológicos facilitan la utilización por el crimen organizado de la Internet profunda y oscura (conocida como deep y dark web respectivamente) para el tráfico y comercio de todo tipo de bienes ilícitos, así como el empleo de criptoactivos como me­dios de pago.

Son relevantes también los grupos de delincuencia china que llevan a cabo su actividad a través de redes de establecimientos comerciales que generan enormes cantidades de dinero para su envío a China (a través de operaciones de ingreso de efectivo y transferencia o correos humanos) o inversión en España (a través de la compra de locales co­merciales).

Para abordar estos retos resulta necesario incrementar la formación de todos los operadores implicados en la lucha contra el crimen orga­nizado sobre los aspectos logísticos y operativos del comercio interna­cional. Asimismo, es imprescindible la adaptación a los nuevos métodos utilizados por las organizaciones criminales, el intercambio de informa­ción y la cooperación internacional, así como la formación del personal de las unidades policiales operativas, para que estén actualizados res­pecto de los modus operandi utilizados.

En particular, para hacer frente al reto que supone el incremento del tráfico de cocaína, cuya vía principal de entrada es el contenedor marí­timo a través de puertos españoles, belgas y neerlandeses, es necesario potenciar el análisis de riesgos, la cooperación internacional y la coor­dinación entre servicios aduaneros y policiales.

La problemática de la trata de seres humanos y el blanqueo de capita­les se aborda en el tercer eje de la recientemente aprobada Estrategia Nacional contra el Crimen Organizado y la Delincuencia Grave (2019-2023) sobre lucha contra los mercados criminales y las graves formas delic­tivas. Para hacer frente a estas importantes amenazas, y siguiendo las líneas de acción de la citada Estrategia, se pretende desarrollar, por un lado, un plan estratégico específico nacional contra la trata y la ex­plotación de seres humanos, y por otro, un plan estratégico de lucha contra el enriquecimiento ilícito de las organizaciones criminales y los delincuentes, que incluya el blanqueo de capitales, y la recuperación y localización de activos. En su elaboración, coordinada por el Ministerio del Interior, se contará con la participación de todos los organismos implicados.

Asimismo, continúan los esfuerzos en el ámbito normativo, con traba­jos preparatorios para la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y para la elaboración de una nueva ley de protección de colaboradores con la Administración de Justicia (tanto testigos y peritos como investi­gados), que sustituirá a la actual Ley Orgánica 19/1994, de 23 de diciem­bre, de protección a testigos y peritos en causas criminales. Se pretende así abordar el tratamiento de las personas (víctimas/testigos) implicadas en los fenómenos criminógenos unidos a los flujos migratorios para mejorar su asistencia y evitar su victimización secundaria, a través de una regulación a fondo de la protección a dispensar a dichas personas por los tribunales y la creación de planes de protección específicos.

También en relación a la lucha contra el blanqueo de capitales, se es­pera que los nuevos convenios de colaboración favorezcan una actuación conjunta destinada a potenciar la supervisión de los sujetos obligados en materia de prevención del blanqueo de capitales.

La cooperación internacional ha mejorado sustancialmente en los últi­mos años, como pone de manifiesto el importante incremento de las operaciones policiales transnacionales con resultados óptimos contra el crimen organizado.

El enfoque para luchar contra el fenómeno del crimen organizado pasa por la formación, la cooperación, la tecnología y la constante adaptación y vigilancia. Los agentes implicados han de ser, además de los cuerpos policiales, entes sociales, económicos, políticos y educativos.

 

Gustavo Romero Sánchez

Gestor de Redes y Recursos Informáticos en el sector de la Seguridad.

Criminólogo y Antropólogo Forense

Tutor Tecnológico en Curso Superior de Ciberseguridad

 

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