Las amenazas biológicas naturales, relacionadas con actividades humanas o directamente intencionadas, constituyen una grave preocupación mundial que debe ser adecuadamente abordada desde una perspectiva preventiva.
Las amenazas pandémicas recientes han constituido un motivo de preocupación social internacional por encima incluso de sus daños para la salud y la vida de las personas. En casi todas ellas la respuesta ha sido o bien lenta y descoordinada o bien desproporcionada e impulsiva, desacreditándose las instituciones en su conjunto. Para controlar adecuadamente la segura aparición futura de este tipo de problemas se requiere un intenso esfuerzo de vigilancia, coordinación y actuación precoz, fundamentalmente en los lugares de origen.