Hackers patrocinados por el gobierno usan un truco inteligente para atacar infraestructura crítica como plantas de energía nuclear, presas y refinerías. De acuerdo con Eric Knapp, ingeniero en jefe de Honeywell, una tercera parte del malware encontrado en infraestructura crítica proviene de dispositivos USB conectados por los usuarios.
En lugar de intentar hackear la infraestructura actual, que ha reforzado su seguridad, los hackers toman como objetivo el lado corporativo de la infraestructura de operación, la cual es típicamente más vulnerable. El malware especialmente manufacturado infecta los dispositivos USB que usan los empleados, lo que a su vez infecta los sistemas de control críticos de la infraestructura cuando son conectados.
Contenido AQUÍ