ADN. El santo grial de la criminalística

La Ley Orgánica 10/2007, de 8 de octubre, reguladora de la base de datos policial sobre identificadores obtenidos a partir del ADN, es una normativa española que establece la creación y gestión de una base de datos de ADN para uso policial. Esta ley fue concebida para facilitar la investigación de delitos, especialmente aquellos que implican violencia o son de tipo sexual, mediante la recopilación y análisis de muestras de ADN.

Aspectos clave de la ley

Objetivo: La ley tiene como principal objetivo la identificación de presuntos autores de delitos. Para esto, se permite la recopilación de perfiles de ADN de personas involucradas en investigaciones penales.

Recopilación de muestras: Se pueden recoger muestras de ADN de personas que estén siendo investigadas por la supuesta comisión de delitos graves, así como de las víctimas de estos delitos para ayudar a identificar al agresor.

Consentimiento y Derechos: La toma de muestras de individuos que no están directamente implicados en un delito requiere consentimiento. Además, la ley garantiza el derecho a la intimidad y la protección de los datos personales.

Uso y acceso a la base de datos: El acceso a la base de datos está estrictamente regulado y reservado para las autoridades competentes. Existen rígidos procedimientos para garantizar que solo el personal autorizado pueda acceder a la información.

Conservación y eliminación de datos: Existen normas específicas sobre cuánto tiempo se pueden conservar los datos y bajo qué circunstancias deben ser eliminados o revisados. Estos datos no podrán conservarse por un tiempo superior al plazo de prescripción del delito investigado o al plazo de cancelación de antecedentes penales, cuando hubiese sentencia condenatoria firme o absolutoria (por falta de imputabilidad o culpabilidad), salvo resolución judicial en contrario. Ahora bien, cuando se dicte sentencia absolutoria (que no sea por inimputabilidad o falta de culpabilidad del sujeto activo) o auto de sobreseimiento libre y estas resoluciones devengan firmes, deberán borrarse los datos inscritos.

Aplicaciones prácticas

– Resolución de crímenes: La base de datos permite a las fuerzas policiales comparar rápidamente los perfiles de ADN encontrados en las escenas del crimen con los existentes en la base de datos, ayudando a identificar sospechosos o a exculpar a aquellos que son inocentes.

– Prevención del crimen: Existe un factor disuasorio. La existencia de una base de datos de información genética hace que la conciencia forense del delincuente le advierta de la alta probabilidad de su detención.

– Vinculación de delitos distintos: Facilita la conexión entre diversos casos que podrían estar relacionados a través del ADN dejado en las diferentes escenas del crimen, permitiendo a la policía seguir pistas en casos que de otro modo podrían permanecer sin resolver.

– Cooperación internacional: La ley también permite la cooperación con bases de datos de otros países, facilitando la investigación de delitos que tienen un alcance internacional.

La Ley Orgánica 10/2007 es una herramienta vital para las autoridades españolas en la lucha contra el crimen, permitiendo el uso eficiente del análisis de ADN para identificar y procesar a los criminales, otorgando mayor y más eficaz protección a los derechos de los ciudadanos.

Un caso paradigmático

El periódico pacense Hoy -entre otros medios- publicaba en noviembre de 2010 la siguiente noticia:

Identifican por el ADN al autor de una muerte en 1994

La víctima fue estrangulada y violada en las escaleras de su casa de Las Palmas de Gran Canaria

La Policía ha detenido al presunto autor del estrangulamiento y violación de una mujer de 43 años cuyo cuerpo fue hallado en las escaleras de su casa de Las Palmas de Gran Canaria en la madrugada del 14 de enero de 1994 gracias a su ADN, tras retomar este año la investigación del caso.

El detenido, M.I.M.H., natural y vecino de la capital grancanaria, y de 47 años, fue arrestado en 2009 como presunto autor de un delito de robo con violencia, por lo que se tomó muestra de su ADN, que coincidió con el ADN hallado en los restos biológicos de la víctima, que hasta este año no fueron procesados. La víctima, Yolanda Tabares Gil, natural de Colombia, fue violada después de muerta o cuando agonizaba, según el informe forense, que es fundamental porque une ambas acciones, ha subrayado la jefa Superior de Policía de Canarias, Concepción de Vega, quien ha informado del caso en una rueda de prensa.

Cuando ocurrieron los hechos se investigó a tres sospechosos sobre los que no se hallaron pruebas y, según ha explicado De Vega, el ahora detenido mantenía en ese entonces relaciones sexuales periódicas con su presunta víctima. El detenido, que fue arrestado la pasada semana cuando se hallaba en su domicilio situado en la zona alta de la capital grancanaria, ha ingresado en prisión tras pasar a disposición del Juzgado Número 1 de la capital grancanaria. Según ha señalado De Vega, la investigación se retomó por el hecho de que se trataba de un caso del que sólo quedaban cuatro años para su prescripción.

Del robo al asesinato

Así, los investigadores del grupo de homicidios encargados del caso, al conocer que existían restos biológicos procedentes de un exudado vaginal efectuado a la víctima en su autopsia, y que permanecían desde hace 15 años en el Toxicológico de Sevilla, pidieron que se procesaran, ya que el juzgado nunca lo solicitó ante la ausencia de posibles autores. Para ello, se dirigieron el Juzgado de Instrucción Número 1 de la capital grancanaria, que autorizó el procesamiento de estos restos biológicos y su posterior introducción en las bases de datos policiales, que permitieron dar con el ADN del ahora detenido, que fue incluido en la base de datos tras su detención como presunto autor del robo de 2009.

De Vega ha informado de que el presunto autor de los hechos, que tenía 26 años entonces, consumía sustancias estupefacientes y tiene nueve detenciones policiales previas por diversos delitos, muchos de ellos de carácter violento, aunque no había sido arrestado desde 1999 hasta 2009, cuando se procedió a tomar muestras de ADN tras la Ley Orgánica 10/2007 de 8 de octubre.

El perfil genético del detenido además resultó ser el de uno anónimo obtenido de una colilla y que poseía, desde 2007, la Policía, a raíz de una investigación de un delito de robo con fuerza, un suceso en el que se determinó que el presunto homicida no tenía relación, sino que simplemente, trabajaba en el edificio donde se cometió el robo.

Horizontes de grandeza

Existen infinidad de casos y ejemplos como el mostrado, y es que la aplicación de nuevas técnicas criminalísticas – al amparo de la ley -, ha revolucionado la forma en que se investigan y resuelven los delitos, especialmente crímenes y agresiones sexuales. La identificación por ADN, dotada de una precisión casi infalible, permite a los investigadores rastrear y capturar a asesinos con una eficacia sin precedentes. Al extraer y analizar muestras de ADN de las escenas del crimen, los expertos pueden vincular de manera concluyente a los sospechosos con los actos delictivos, incluso años después del hecho. La implementación y regulación de bases de datos de ADN han posibilitado el esclarecimiento de hechos que, de otro modo, habrían quedado archivados en legajos bajo la etiqueta de casos sin resolver, demostrando ser una herramienta indispensable en la lucha contra el crimen y la búsqueda de justicia para las víctimas y sus familias.

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